martes, 8 de septiembre de 2015

ALEGRÍA

659. La alegría que debes tener no es esa que podríamos llamar fisiológica, de animal sano, sino otra sobrenatural, que procede de abandonar todo y abandonarte en los brazos amorosos de nuestro Padre-Dios.

Tenemos que vivir una alegría más allá de la que podemos obtener momentáneamente, por las circunstancias que vivimos o podríamos encontrar. Nuestra alegría debe ser aquella que se note en una confianza plena que todo saldrá bien a pesar de las contrariedades por saber nos hijos de Dios.

Como Padre nuestro nos cuida siempre, por lo que debemos de abandonarnos en sus brazos con totalidad, sabiendo que lo duro de la vida pasará, pues son pequeñas pruebas que nos pone para superarnos siempre. El amor de Dios es infinito, lo cual debe de llevarnos a dejarnos llevar por cada instante en la alegría de lo que vendrá a continuación, siempre con esa esperanza en su misericordia.

La alegría de los cristianos se demuestra así, siempre con totalidad confianza en Dios, que es nuestro Padre y se preocupa por nosotros, por nuestra seguridad y bienestar. Una esperanza de llegar siempre al final a verle cara a cara en su majestuosa presencia. Siempre con medios humanos y sobrenaturales para llegar a este estado que nos pide para ser felices.


Alex Arriaga

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