viernes, 22 de julio de 2011

HUMILDAD

590. No quieras ser como aquella veleta dorada del gran edificio: por mucho que brille y por alta que esté, no importa para la solidez de la obra.
-Ojalá seas como un viejo sillar oculto en los cimientos, bajo la tierra, donde nadie te vea: por ti no se derrumbará la casa.



Cuando hay cosas que nos hagan tener grandes provechos y podamos saber que nuestro esfuerzo otorgo algo inmenso, sepámonos en lo escondido, que sólo Dios lo pueda ver. Pues al tratar de estar en lo alto del gran edificio, no pasará nada si nos derrotan. Seamos como el cimiento del mismo, que al no verse, soporta la gran estructura.

Por ello seamos eficaces, ayudemos, hagamos grandes obras si podemos, pero no nos dejemos ver por el mundo, pues eso es más agradable a Cristo. “Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha”, pues el que enaltece sus acciones, ya habrá recibido su recompensa, en cambio nosotros recibamos aquella recompensa en la eternidad.

Comencemos a vivir sin escondernos, pero tratando de no hacer más grandes nuestros actos de lo que realmente son. Sepamos ser humildes de corazón, para que Dios vea nuestras grandes obras que perseveran en lo oscuro y mudo.

Alex Arriaga

martes, 12 de julio de 2011

FE

576. ¡Con qué infame lucidez arguye Satanás contra nuestra Fe Católica!
Pero, digámosle siempre, sin entrar en discusiones: yo soy hijo de la Iglesia.



Satanás entra siempre en nuestra vida incluyendo dudas dentro de nosotros, nos incita a olvidarnos de Dios mismo en el que le debemos lo más valioso en nuestras vidas. Nos intenta apartar del camino correcto del amor y nos lleva al odio.

Pero tenemos un arma para defendernos directamente de Él, pues pertenecemos a la Iglesia fundada por Cristo. Somos parte de lo divino en lo terreno, podemos defendernos furtivamente del demonio que está en lo incierto y en toda duda que tengamos a la Fe.

Seamos devotos a lo verdadero que es Cristo y en Él vive para nuestra misma salvación. Detengamos al demonio que habita en todo lo que nos gusta y provoca entrar en pecado.

Alex Arriaga

DEVOCIONES

552. Ten pocas devociones particulares, pero constantes.


Se dice que “el que mucho abarca, poco aprieta”. En las devociones funciona exactamente igual, pues como puedes tener muchas devociones y no poder dedicar el tiempo necesario o prudente a cada una de ellas por tantas que son. Por ello, es mejor tener menos devociones y dedicarle el cariño y empeño necesario a cada una para ocupar un mejor puesto adquisitivo.

Comenzando por a Dios mismo, siguiéndole a María y posterior a los Santos, se debe tener especial devoción por el que más conveniente sea para cada uno. Capaz de poder darles todo nuestro empeño a esta misma para poder otorgar más de lo que podamos.

Tratemos de evitar tener muchas devociones y comencemos por tener un poco menos dando lo mejor y lo más por ellas.

Alex Arriaga