492. El amor a nuestra Madre será soplo que encienda en lumbre viva las brasas de virtudes que están ocultas en el rescoldo de tu tibieza.
La guardián de Jesucristo fue la misma Virgen durante casi toda su vida, sólo pocos años fueron los que el Hijo del hombre vivió fuera de su protección maternal.
Debemos refugiarnos igual en la misma persona que tanto amo a Jesús y nos enseña a amarlo de la misma manera en que ella misma lo hizo. Por ello, hay que amar a la Virgen, para que interceda por nuestro amor en ella en el amor que Jesucristo tiene por su madre y por nosotros mismos.
Nunca abandonemos la devoción que otorgamos a la que dio fruto de sí misma para que viviéramos en Cristo. Vivamos junto a los brazos de María Santísima, amándola como se debe amar a nuestra madre. No podrán salir los frutos de nuestras virtudes sin darle nuestro amor a la que otorga las mayores virtudes.
Alex Arriaga
martes, 26 de enero de 2010
lunes, 25 de enero de 2010
LOS MEDIOS
470. Pero… ¿y los medios? –Son los mismos de Pedro y de Pablo, de Domingo y Francisco, de Ignacio y Javier: el Crucifijo y el Evangelio...
— ¿Acaso te parecen pequeños?
Hay muchos medios para llegar a la santidad, a la misma a la que llegaron todos los santos que conocemos hoy en día y todos los que hoy se enternecen con la mirada del Señor. Vive como vivió Jesús cuando cosecho lo que hizo como hombre y sigue tu cruz que se te ha otorgado en vida.
Cada quien tiene su crucifijo para llegar a ser santo, sólo está en seguir esta misma que se nos ha puesto en el camino y tratar de integrar este sufrimiento según nos manda el Evangelio. Nada menos de lo que estipulan estas dos es lo que nos darán la gloria eterna sin fin de felicidad en el reino de los cielos. Por pequeños que parezcan nuestros esfuerzos por cumplir el requerimiento de seguir estos medios es más lo que valdrá al final.
Estos dos medios son más que suficientes para llegar a vivir como santo. Trata de llevar tu cruz en tu vida sin detenerte integrando el Evangelio a tu vida sin dejar de unirlo a tu vida.
Alex Arriaga
— ¿Acaso te parecen pequeños?
Hay muchos medios para llegar a la santidad, a la misma a la que llegaron todos los santos que conocemos hoy en día y todos los que hoy se enternecen con la mirada del Señor. Vive como vivió Jesús cuando cosecho lo que hizo como hombre y sigue tu cruz que se te ha otorgado en vida.
Cada quien tiene su crucifijo para llegar a ser santo, sólo está en seguir esta misma que se nos ha puesto en el camino y tratar de integrar este sufrimiento según nos manda el Evangelio. Nada menos de lo que estipulan estas dos es lo que nos darán la gloria eterna sin fin de felicidad en el reino de los cielos. Por pequeños que parezcan nuestros esfuerzos por cumplir el requerimiento de seguir estos medios es más lo que valdrá al final.
Estos dos medios son más que suficientes para llegar a vivir como santo. Trata de llevar tu cruz en tu vida sin detenerte integrando el Evangelio a tu vida sin dejar de unirlo a tu vida.
Alex Arriaga
martes, 5 de enero de 2010
CARIDAD
440. Cuando hayas terminado tu trabajo, haz el de tu hermano, ayudándole, por Cristo, con tal delicadeza y naturalidad que ni el favorecido se dé cuenta de que estás haciendo más de lo que en justicia sabes.
-¡Esto sí que es fina virtud de tu hijo de Dios!
La caridad se manifiesta escondiéndote, en la humildad de tu ser, ayudando para servir, no para recibir. Al terminar lo nuestro siempre habrá tiempo para ayudar al que esta alado y al que esta alado del de alado. Pero no es necesario presumir que ayudamos por que recibiremos algo a cambio y eso va en contra de la virtud de la caridad.
Debemos ofrecernos como Jesús se ofreció por los hombres, dar todo de nosotros sin querer recibir nada a cambio, sin que se enteraran en vida. Puedes hacer mucho por los demás como lo estás haciendo por ti, sólo está en ti y en demostrar cuanto amas al prójimo como Cristo te amo a ti.
No busques la recompensa por ayudar, la recompensa se te dará en el mundo eterno y Dios se da cuenta de todos tus esfuerzos por que nadie se entere de tu gran caridad.
Alex Arriaga
-¡Esto sí que es fina virtud de tu hijo de Dios!
La caridad se manifiesta escondiéndote, en la humildad de tu ser, ayudando para servir, no para recibir. Al terminar lo nuestro siempre habrá tiempo para ayudar al que esta alado y al que esta alado del de alado. Pero no es necesario presumir que ayudamos por que recibiremos algo a cambio y eso va en contra de la virtud de la caridad.
Debemos ofrecernos como Jesús se ofreció por los hombres, dar todo de nosotros sin querer recibir nada a cambio, sin que se enteraran en vida. Puedes hacer mucho por los demás como lo estás haciendo por ti, sólo está en ti y en demostrar cuanto amas al prójimo como Cristo te amo a ti.
No busques la recompensa por ayudar, la recompensa se te dará en el mundo eterno y Dios se da cuenta de todos tus esfuerzos por que nadie se entere de tu gran caridad.
Alex Arriaga
domingo, 3 de enero de 2010
AMOR DE DIOS
417. ¡No hay más amor que el Amor!
El amor se representa en todo lo bueno que existe en el mundo, en todo lo que creo Dios mismo. No hay nada que no haya sido creado con amor por Él y no hay más perfección que el amor mismo.
Dios pudo haber hecho un mundo lleno de odio y todo lo inferior al amor, pero no quiso, el demuestra su infinita misericordia y bondad creando lo más perfecto de todo que es el amor. Dios es simplemente amor, el amor esta en nosotros y podemos demostrar que somos imagen y semejanza de el dando amor al prójimo de la manera en que Él lo hace, sin dudar y a todos.
Vivamos viviendo el amor que Dios nos dio para dar frutos importantes y que al mismo tiempo nos vuelvan felices. La felicidad radica en el amor mismo, dando pues amor recibiremos el mismo que por ende acabara en felicidad.
Alex Arriaga
El amor se representa en todo lo bueno que existe en el mundo, en todo lo que creo Dios mismo. No hay nada que no haya sido creado con amor por Él y no hay más perfección que el amor mismo.
Dios pudo haber hecho un mundo lleno de odio y todo lo inferior al amor, pero no quiso, el demuestra su infinita misericordia y bondad creando lo más perfecto de todo que es el amor. Dios es simplemente amor, el amor esta en nosotros y podemos demostrar que somos imagen y semejanza de el dando amor al prójimo de la manera en que Él lo hace, sin dudar y a todos.
Vivamos viviendo el amor que Dios nos dio para dar frutos importantes y que al mismo tiempo nos vuelvan felices. La felicidad radica en el amor mismo, dando pues amor recibiremos el mismo que por ende acabara en felicidad.
Alex Arriaga
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