lunes, 18 de abril de 2011

FORMACIÓN

361. Para ti, que te quejas interiormente, porque te tratan con dureza, y sientes el contraste de ese rigor con la conducta de los de tu sangre, copio estos párrafos de la carta de un alférez médico: “Ante el enfermo, cabe la actitud fría y calculadora, pero objetiva y útil para el paciente, del profesional honrado. Y la ñoñería llorona de la familia -¿Qué sería de un puesto de socorro, durante un combate, cuando va llegando el chorreo de heridos que se acumulan porque la evacuación no es lo suficientemente rápida, si junto a cada camilla hubiese una familia? Como para pasarse al enemigo”.


Cuando hay una persona enferma, no requiere un doctor que se apiade del sufrimiento y quiera arreglarlo todo sin fallar el mismo sufrimiento. Debe de tomar decisiones objetivas y frías que sean útiles pensando lo mejor para el paciente sin querer darle acoplo al mismo. Por ello debe de saberse útil sin meter contratiempos como la misma familia y sus prioridades supuestas en el mismo paciente que no necesita ello.

Igual que los pacientes tienen que soportar lo que es mejor para ellos, nosotros vivamos siempre afines a lo que es mejor para nosotros, aunque en el momento sea sufrir, sepamos que Dios mismos es nuestro médico que busca darnos socorro ante nuestras enfermedades y todo pecado. Que tenemos que vivir un poco con la malicia del mundo para vivir lo mejor en nuestras vidas acercándonos a Él mismo. No nos quejemos del dolor que se nos presenta, pues al sabernos hijos de Dios, sabemos que el nos está aliviando de nuestra enfermedad en el pecado.

Seamos pacientes y no nos quejemos ante los tratos ajenos y duros en nuestras vidas pues, hay que sufrir para poder comenzar a vivir plenamente en nuestras vidas cerca del Señor.

Alex Arriaga

sábado, 9 de abril de 2011

ESTUDIO

333. Estudio. –Obediencia: “non multa, sed multum”.

El estudio es el medio de santificación más a la mano para los jóvenes que se encuentran en camino a la misma. Somos a veces tan ingeniosos que buscamos hacer muchas cosas para poder compensar que solamente estudiamos. Pero para un cristiano en tiempos de estudio, ésta es su obligación grave.

“Non multa, sed multum”, no muchas cosas, sino mucho. Estas palabras que se le atribuyen a Plinio el Joven que fue escritor romano. Nos llama a no saber muchas cosas en poco, sino saber mucho de las cosas con importancia. Pues de ahí es donde aprenderemos lo más importante de la vida, sabiendo mucho de lo que es para nosotros y no poco de todo.

Para eso, con obediencia, enfoquémonos en lo que nos corresponde y hagámoslo con todo nuestro corazón. Santifiquemos este trabajo que se nos ha encomendado y el estudio en que hayamos estado puestos para ofrecerlo a Dios. Esforcémonos por aprender y hacer las cosas con viva actitud de cristiano.

Alex Arriaga

sábado, 2 de abril de 2011

TIBIEZA

326. Me duele ver el peligro de tibieza en que te encuentras cuando no te veo ir seriamente a la perfección dentro de tu estado.
-Di conmigo: ¡no quiero tibieza!: “confige timore tuo carnes mesas” -¡dame, Dios mío, temor filial, que me haga reaccionar!


Cristianos como nosotros debemos de ser siempre perfeccionistas, pues todo lo que no nos lleve a la perfección nos lleva a la tibieza. Esa indiferencia con la vida en la cual todo nos dé lo mismo y no demos más de nosotros mismos. Tenemos que buscar siempre dar todo lo que podamos y más, siempre más, en todas nuestras actividades.

Por ello pidamos a Dios, nuestro, que nos de la fuerza para poder resistir eso que nos hace tibios ante toda acción. Poder soportar esos sufrimientos que vengan al no llegar a lo que queramos y darnos más a Él que nos espera en nuestro esfuerzo y ofrecimiento del mismo.

Nunca perdamos la noción de que somos hijos de lo más perfecto que existe, que es Dios, y espera que demos todo en lo que hagamos sin sentir indiferencia ante cualquier trato exterior.

Alex Arriaga