sábado, 19 de mayo de 2012

PENITENCIA

210. Expiación: ésta es la senda que lleva a la Vida.


Dios nos quiere en su morada en el momento de nuestra vida terrena, dándonos una oportunidad en vida de estar cumpliendo nuestras penitencias impuestas para poder reincorporarnos en su gracia. La expiación nos lleva a ponernos en amistad con Dios en cuanto a nuestros pecados cometidos durante nuestro caminar.

Seamos amigos fieles de aquella herramienta que nos otorgo Dios mismo cuando vino a salvarnos, que es el sagrado sacramento de la Confesión. Aquel paso que nos da un pase directo a la filiación divina en cuanto a la gracia. Por ello, acudamos a ella constantemente, para encontrar aquella reconciliación divina que se nos ha regalado desde lo alto.

Después de esta expiación, en el final, nos llevará a al vida verdadera, la cual nos encontraremos gozando en la morada de nuestro Señor. Amemos aquella indulgencia que nos acerca cada día más y más a Dios mismo.

Alex Arriaga

domingo, 6 de mayo de 2012

MORTIFICACIÓN

174. No digas: esa persona me carga. –Piensa: esa persona me santifica.


Hay momentos en los que se cree que no podemos aguantar a las personas que nos rodean por varias circunstancias. Pero siempre podemos ver aquello como un acercamiento pleno a Dios. El no despreciar a los que nos molestan es aquello por lo que Jesús mismo nos invitó al decirnos que amemos a nuestros enemigos, pues al sólo hacerlo con nuestros amigos, no tendremos ningún merito.

Podemos aprovechar aquellos momentos en los que alguien que nos haga algún mal para poder hacernos santos. Desde soportar cada parte de nuestras angustias o resentimientos y regresarlos con amor hacia los demás, por peor mal que nos hayan hecho, nos ayudan a acercarnos al cielo, pues nuestro amor crecerá de manera exponencial.

Seamos cariñosos con los que nos odian y amemos a los que nos maltratan, pues es un camino directo al cielo. Este camino tan difícil pero a la vez tan grato para Dios, pues hace que nuestra mortificación sea más grande y podamos ofrecer cosas mayores.

Alex Arriaga