miércoles, 4 de septiembre de 2013

COMUNIÓN DE LOS SANTOS

546. Hijo: ¡qué bien viviste la Comunión de los Santos, cuando me escribías: "ayer 'sentí' que pedía usted por mí"!


                Al pedir por una persona, toda la Iglesia, el Cuerpo Místico de Cristo, se une para poder lograr aquello que, si Dios lo permite, se nos otorga. Somos parte de una familia en todo el mundo, todos hijos de un mismo Señor. Él nos escucha y con su infinito amor nos da la gracia o el poder para poder salir de aquello que nos aflige.

                Pidamos por nuestros hermanos, padres, amigos, compañeros, enemigos y conocidos, hasta por los que ni siquiera hemos visto. Todos unidos podemos lograr lo que queramos, pues el poder de la Comunión de los Santos es misericordioso para el mundo. No tengamos miedo a pedir niñerías, pues Dios es un padre tan bueno que, al vernos tan indefensos y pequeños, nos protege y da lo que necesitamos en el momento indicado.

                Vivamos con la seguridad de que al pedir por alguien, al rezar, mortificarnos por él o ella, a Iglesia entera intercederá ante Dios para que se pueda cumplir. Recordemos que Dios nos espera, para escucharnos, ayudarnos, apoyarnos y alentarnos a seguir en todo momento, sólo tenemos que buscarle en cualquier lugar, hablarle y tratarle para que Él se alegre mucho más.


Alex Arriaga