jueves, 30 de junio de 2011

COMUNIÓN DE LOS SANTOS

545. Vivid una particular Comunión de los Santos: y cada uno sentirá, a la hora de la lucha interior, lo mismo que a la hora del trabajo profesional, la alegría y la fuerza de no estar solo.


Una entera Comunión como la de los Santos es aquella que se da sin medida, por puro amor, por darse incondicionalmente, por entregarse voluntariamente a Dios mismo. Querer ser uno solo con Él, unirse en su amor al fruto eterno que nos da la gracia para poder seguir en nuestro camino tan afanoso a veces pero lleno de su Espíritu Santo.

Querer recibirlo que aquella pureza, humildad y devoción de María Santísima, con el espíritu y fervor de los Santos, es lo que nos da la fuerza en aquella lucha interior, de querer ser concretamente fieles a la razón del Amor sin preguntas, sin dudas, sin elocuencias.

Demos en la Sagrada Comunión, esta entrega pura y humilde, pues Dios nos conoce más que nosotros mismos, sepámonos pecadores y esforcémonos por vivir en la alegría y fuerza de estar juntos con Él en su sufrimiento, en aquel calvario que es índole de nuestros pecados.

Alex Arriaga

miércoles, 22 de junio de 2011

SANTA MISA

529. La Misa es larga, dices, y añado yo: porque tu amor es corto.

En la Misa se renueva el sacrificio hecho por Jesucristo por todos nosotros y nuestros pecados, un acto infinito de amor de Dios mismo hacia sus hijos. Nuestra disponibilidad tiene que ser entera hacia la misma ofrenda que ser realiza al celebrar la Eucaristía. Pero muchas veces no entendemos y estamos más dispuestos en el tiempo que dura la misma para participar en nuestras labores cotidianas fuera de Dios mismo.

Si amas a Dios, que todo lo que tienes te ha dado, démosle el tiempo merecido por su infinita misericordia a nosotros. Tantos beneficios que nos otorga, tanto escucharnos en nuestros momentos más difíciles, el cuidarnos en todo momento, para que no tengamos siquiera un rato de oración o de presencia en su repetido sacrificio a nosotros. Vivamos esa comunión sagrada que al entrar Cristo en nosotros, seamos Sagrarios dispuestos a estar en presencia de Dios por tiempo indefinido.

Amemos al Señor, devolvamos aquel cariño que nos da en su sufrimiento en la cruz, tratémosle como verdaderos hijos suyos y dispongamos del tiempo necesario para estar en su presencia, renovando aquél sacrificio hecho por nuestros pecados por su omnipotente amor.

Alex Arriaga

miércoles, 15 de junio de 2011

LA IGLESIA

518. ¡Qué alegría, poder decir con todas las veras de mi alma: amo a mi Madre la Iglesia santa!


No puede caber la idea tan plena y concisa de sabernos pertenecientes a la familia de Dios mismo, pues fue su Hijo entregado a los hombres el que fundo la misma Iglesia, que por Él y todos los que hemos sido bautizados, se congrega en una gran santidad. Saber que Cristo quizo que formáramos parte de esta gran institución que sea para todos y por nosotros viva en el mundo.

Seamos pues alegres, pues es algo tan grande, que a pesar de todas las dificultades que se nos presenten, somos parte de esta gran familia, que viene de lo divino. Amemos con todo nuestro ser a lo que pertenecemos y nos han invitado por amor. Seamos fieles a su servicio, como el de darnos a todos nuestros hermanos e invitar a los que caminan ciegos por el mundo sin su conocimiento.

Alegrémonos por este gran logro de nuestro Señor, que por amor a nosotros, nos incluyó en esta gran Madre de nosotros, esta santa Iglesia.

Alex Arriaga

LA VIRGEN

493. Ama a la Señora. Y Ella te obtendrá gracia abundante para vencer en esta lucha cotidiana. –Y no servirán de nada al maldito esas cosas perversas, que suben y suben, hirviendo dentro de ti, hasta querer anegar con su podredumbre bienoliente los grandes ideales, los mandatos sublimes que Cristo mismo ha puesto en tu corazón. –“Serviam!”


La Virgen es la mejor intercesora que puede existir entre Cristo, su hijo, y nosotros mismos. Pues es aquella que Él amo y regalo la gracia para que fuese su madre en una infinita misericordia. Junto a ella no temamos a las asechanzas del demonio que se acusan diariamente para tentar nuestra gracia que nos ha otorgado Dios por intercesión de María Santísima.

Comencemos hoy por ser humildes y darnos como María se entrega a Jesucristo. Sepamos amar a la Virgen como nuestra madre misma, para que nos proteja como hijos suyos. Pues no hay peor miedo que tenga el demonio que a la misma Madre de Cristo. Por ello, acojámonos en su manto limpio y puro que nos hará alejar esas malditas intenciones que nos alejen de los mandatos que Cristo nos ha dado.

Demos a María, ese amor puro que ella nos entrega en correspondencia. Sepamos iniciar una vida unidos a nuestra madre, sin olvidarnos que siempre nos protegerá de toda tentación y rogara por nosotros ante Dios mismo.

Alex Arriaga

jueves, 2 de junio de 2011

CARIDAD

441. Te duelen las faltas de caridad del prójimo para ti. ¿Cuánto dolerán a Dios tus faltas de caridad –de Amor- para Él?

Cuanta falta nos hace ver a Dios en nuestro prójimo. Muchas veces nos hacemos quejumbrosos ante las faltas de caridad de nuestros amigos, hermanos o simples conocidos. Pero no nos damos cuenta también de las faltas que hacemos nosotros al mismo Jesucristo, dentro de todas las personas, de nuestra infalible caridad.

Comencemos a ver a Jesucristo en nuestra familia ante las adversidades que la acosan, los problemas de nuestros amigos y las necesidades de las personas en nuestro alrededor. Seamos participes de la caridad que esperamos de alguien hacia uno mismo y brindemos ese Amor que tanto se anhela en todo el mundo. Si no comenzamos por darnos, entregarnos, a los demás, jamás habrá nadie que lo haga.

Demos a Jesucristo ese perpetuo amor, en nuestra humilde caridad, que tanto necesita en Él, por el mundo. Siempre espera y aguarda que estemos pendientes de sus necesidades y atendamos sin previo pensamiento a quienes más lo requieren. Iniciemos este Amor que tanto nos hace falta entregar en caridad.

Alex Arriaga