ALEGRÍA

657. La verdadera virtud no es triste y antipática, sino amablemente alegre.

Las virtudes cuestan alcanzarlas, mas nunca se pueden alcanzar. Eso es por lo cual muchos desisten en el intento y otros por el esfuerzo que supone, las viven sin alegría. Sepamos que cada persona que busca alguna virtud, lucha contra sus contrariedades y vicios que tiene que vencer. Al final esta virtud se vuelve perseverante y acarrea a las otras.

Pero nunca se llegará a un fin, una virtud crece indefinidamente y no tiene límites, lo que si podemos alcanzar es nuestras metas fijas que nos ayudarán a crecer poco a poco en esa virtud. Por ello, alegrémonos al completar algún objetivo que nos propongamos, y no seamos antipáticos a la vida, pues aunque sea la que nos prive de las virtudes, es la que nos hace mejores personas ante Dios mismo.

Cristo quiere que seamos santos, luchando contra nuestros defectos, que son muchos, siendo felices. Felices por estar vivos y poder demostrar nuestro amor, para al vivir cualquier virtud humildemente, podamos entregarnos a los demás con alegría.

Alex Arriaga

DISCRECIÓN

640. ¿Cómo te atreves a encarecer que te guarden el secreto…, si esta advertencia es la señal de que no has sabido guardarlo tú?


Al percibir el miedo de que alguien no guarde un secreto tuyo, te das a la medida de que tú mismo no has sabido guardar otros secretos. Pues si sabes que has perdido alguno, te vendrá la mala conciencia de no confiar en aquél que le digas tu secreto.

Todo secreto que te den a guardar debes guardarlo en una caja de combinaciones de la cual nadie conozca la combinación, ni siquiera tú. Ten presente que aquello que le confías a alguien, sabrás que no lo dirá, pues así que sea tu recepción de los mismos secretos y los puedas manejar en caso necesario con discreción.

Vive ajeno de los chismes y asechanzas del proselitismo de aquello que no nos pertenece y nos han dado a guardar. Sepamos, con esmero, esconder aquello que nos otorgaron para prevalecer en esa confianza.

Alex Arriaga