miércoles, 17 de julio de 2013

LA IGLESIA


519. Ese grito —"serviam!"— es voluntad de "servir" fidelísimamente, aun a costa de la hacienda, de la honra y de la vida, a la Iglesia de Dios.

 
Al levantarte grita en tu interior un “serviam!” a tu Señor. Aquel que te motive a servirle en toda tu jornada, dentro de tus estudios, trabajo, quehacer, actividades, ejercicio, hasta tu descanso. Que no haya en tu día nada más pensar en servir a Dios en su Santa Iglesia, que fundó para poder hacerla crecer y acercar a todas las almas a su misericordia divina.
 
Un servicio a la Iglesia de Dios constante, que no muera al sentirnos en cada desilusión que sintamos al estar actuando en cada paso. Seamos parte de su Iglesia al ser su voz, manos y pies para caminar en medio del mundo para poder acercar a las almas extraviadas a su infinita bondad, a la doctrina y amor de cada miembro de su Cuerpo Místico.

 Por más cansados que nos encontremos, que nos sintamos, nuestro servir debe ser a costa de todo nuestro vivir. El mundo dirá que no cuando nosotros digamos que sí a cada palabra de que sale de la boca de Dios a través de nosotros, sus instrumentos. Seamos dóciles a su Iglesia y sirvámosle como la gran empresa que es y necesita de cada uno de nosotros.
 
Alex Arriaga