martes, 18 de octubre de 2011

TRIBULACIONES

686. Conforme: aquella persona ha sido mala contigo. –Pero, ¿no has sido tú peor con Dios?

Tantas veces que nos enojamos por aquella persona que nos ha hecho algún mal o nos ha herido por cualquier trecho. Nosotros, muchas veces, no somos capaces de perdonar aquello en lo que nos han ofendido. Tal vez por aquel rencor a que no recibirán su merecido y los perdonaremos hasta que lo hayan hecho.

Pero, tú has actuado de más maneras y ofendido a Dios de otras tantas que Él ni siquiera se ha inmutado. Te ha perdonado a pesar de cada acto que has hecho en su contra y has herido en su más profundo ser. Es momento de entender que nosotros debemos otorgar a los demás ese amor que Dios nos ofrece a pesar de nuestros actos que continuamente son erróneos y cometemos en su contra para después pedirle perdón, esperando que en su omnipotencia y su bondad, nos lo conceda.

Por eso, no seamos críticos con aquellos que nos han ofendido o nos han hecho algún mal, pues en medida que nosotros los perdonemos, Dios mismo nos lo gratificará de la misma manera. Con su inmensa bondad será el perdón otorgado el que estemos dispuestos a dar a los demás.

Alex Arriaga

miércoles, 5 de octubre de 2011

OTRAS VIRTUDES

668. Hazlo todo con desinterés, por puro Amor, como si no hubiera premio ni castigo. –Pero fomenta en tu corazón la gloriosa esperanza del cielo.

Nunca busques dar esperando recibir algo a cambio. Lo que des debe ser sin que nadie se entere, de poco y poco para que llenes un jarro enorme. Pero éste debe ser  callado y perseverante, pues si nadie ve lo bueno que hagamos en vida, Dios lo premiará en la eternidad. Por ello debes de hacer todo por puro Amor, por el querer un simple bien a tu prójimo, pues es parte de tu familia como hijo del único Dios.

Así, alcanzando la gloria del cielo, vivir en una paz de regalar todo nuestro tiempo en un acto de humildad hacia los demás, entregándonos en las cosas pequeñas y grandes que los hagan con un desinterés. Esperando que tu prójimo sea feliz y esté más cerca de Cristo, para que esto le dé un alma pura y pueda llegar al cielo como lo esperas de ti.

Compartamos en nuestra vida todo lo que podamos, pues en ello podremos encontrar la mayor felicidad. El ayudar a uno con desinterés nos dará un premio de grandeza interna mayor de la que será al recibir uno material. Por eso, fomentemos en nuestro corazón una vida de dar Amor sin espera de recibir algo a cambio.


Alex Arriaga