sábado, 7 de marzo de 2015

POBREZA

632. No consiste la verdadera pobreza en no tener, sino en estar desprendido: en renunciar voluntariamente al dominio sobre las cosas.
—Por eso hay pobres que realmente son ricos. Y al revés.

Una persona rica económicamente puede ser muy pobre y una pobre muy rica. Para vivir una verdadera pobreza hay que desprendernos de todo lo material, de lo que nos rodea, de lo económico, de nosotros mismos. Si nos aferramos a lo que no vale la pena, a lo que nos separa de Dios, nos vuelve personas que sufren una pobreza espiritual extrema. Hay que entregarle a Él que nos ha dado lo que tenemos, todo lo que somos y lo que hemos obtenido.

Lo decía Aragorn en la trilogía del “Señor de los Anillos”: “Quien no es capaz de desprenderse de un tesoro en un momento de necesidad es como un esclavo encadenado”. Nosotros debemos de desprendernos de lo que tenemos en momentos de necesidad, también no aferrarnos y vivir en dependencia de cada cosa que hemos obtenido en nuestra vida. Siendo personas tan pobres que no podemos separarnos de lo material.

La vida es muy corta para desperdiciarla encadenados a ella, a lo que tenemos en ella. Sino que hay que utilizar todo lo que somos y poseemos para ganarnos la vida eterna, sin querer vivir aferrados a ella. Nuestra vida, al final, vale lo que ganemos espiritualmente en retorno de nuestro amor y generosidad, no de lo que juntemos para conservar.


Alex Arriaga

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